lunes, 13 de marzo de 2017

Pedro Varela : Adolf Hitler tenía razón (Ética Revolucionaria - Cedade) Madrid 1989



Adolf Hitler tenía razón (Pedro Varela)

La nota que sigue fue escrita por el camarada Pedro Varela en la revista Cedade número 137 de diciembre de 1985, página 3. Dicha nota se titulaba “40 años despues”.

Se cumplen, en este año que acaba, cuatro aniversarios aparentemente dispares, pero que son eslabones de la misma cadena de hechos enfocados a conseguir algo bien concreto: Destruir el orden tradicional existente hasta 1945 e imponer un supergobierno mundial.

El 13 de febrero de hace exactamente 40 años, oleadas de bombarderos terroristas norteamericanos y británicos, arrasaban la bella capital de Sajonia. Dresde fue destruída por el fuego y las bombas. Más de 300 mil mujeres, niños y ancianos ardieron como teas en su interior. Hasta la fecha, nadie ha encontrado una explicación que justifique dicho crimen. La guerra estaba ganada. No existia objetivo militar alguno en la zona. Era una ciudad abierta, donde corrían a refugiarse las masas de civiles que a raudales huían de la persecución soviética. Cientos de miles de ellos fueron a parar al infierno de Dresde, sin saber lo que les tenia preparado el mundo enemigo. Los historiadores confirman que los pilotos aliados atacaron a ras de tierra a las personas que huían de las llamas y el horror, tirados en las cunetas de los caminos. ¿Por qué?. La respuesta es estremecedora.

También se cumplen en este año que finaliza, los 40 años del holocausto de Hiroshima. Las dos únicas ciudades católicas del Japón - Hiroshima y Nagasaki - fueron el objetivo escogido por Truman (Salomon Schippe). ¿Por qué?. Corrían los dias de agosto de 1945 y la guerra era solo cuestión de días, pero el presidente norteamericano ordenó dicho crimen masivo de la población civil, que en un principio fue pensado para la ya derrotada Alemania. Casi 80 mil civiles desaparecieron para siempre en un solo ataque. Los japoneses aún hoy no entienden por qué se lanzó la bomba atómica, aunque acabara con la guerra. Adolf Hitler poseía millones de toneladas de los más modernos y mortíferos neurogases y jamás los utilizó para evitar la desaparición de toda la raza aria. Los aliados quedaron espantados al descubrirlos bajo las montañas del Haarz. Pero no fueron usados. Necesitan los japoneses que alguien les explique por qué fue necesaria la bomba atómica. No lo comprenden.

Se cumplen, ademas, 40 años del crímen de Nüremberg. Once dirigentes alemanes fueron asesinados en una parodia de juicio que pasará a la historia como algo vergonzoso. Los vencedores, por serlo, se arrogaron el derecho de matar al vencido. Once dirigentes Nacionasocialistas ejecutados por sus ideas, que no coincidían con las del vencedor. El juicio tuvo lugar precisamente en Nüremberg, escenario de las concentraciones populares masivas del Nacionalsocialismo, justamente la ciudad donde fueron proclamadas las Leyes Raciales. Seguramente por eso, Nüremberg sufrió uno de los más salvajes ataques terroristas aliados em abril de 1945. Alrededor de un millón de mujeres alemanas, niños, ancianos y otros civiles, murieron en el más terrible holocausto de todos los tiempos.

Finalmente, se cumplen los 40 años de la creación de la ONU. Cumple su aniversario sumida en una crisis que arrastra desde su nacimiento. Un enorme aparato burocrático, que gasta - com más que dudosa eficacia - cientos de millones de dólares al año (806 millones en 1985). Anualmente se realizan más de 10.000 reuniones y conferencias internacionales carísimas, donde se elaboran unos 8.000 documentos oficiales de pobre o nula utilidad. El anhelo principal de la ONU, o el que dice serlo - la Paz -, apenas ha dejado de ser un sueño para convertirse en una pesadilla. Desde el fin de la Segunda Guerrra Mundial, que debía acabar con todas las guerras - al haber sido destruído el “mal” -, se han producido 151 guerras que la ONU no ha conseguido evitar y en cambio producido 151 guerras que la ONU no ha conseguido evitar y en cambio ha participado en más de una de esas guerras. Y todo este monstruo inútil y caro, no decide, a la hora de la verdad, absolutamente nada importante, a excepción de las campañas de desprestigio contra Sudáfrica, etc. Si la ONU condena a Israel por su política criminal y expansionista, los EEUU vetarán dicha censura. Si por el contrario es la URSS la censurada, entonces ésta misma, al contar con 3 derechos a veto, decidirá la línea a seguir. Ello resume, en definitivas cuentas, que como siempre el fuerte manda y el débil obedece.

Dresde, Hiroshima, Nüremberg y la ONU, son eslabones de la misma lucha, enfocados a culminar el mismo plan. En Nüremberg se eliminó a la capa dirigente alemana, anulando para siempre la independencia y la justicia de la “justicia”. En Dresde se acabó con los derechos humanos de la forma más brutal. En Hiroshima se levantó sobre los pueblos la “Espada de Damocles” de la energía nuclear, que debe mantenerlos obedientes y a raya. Y con la ONU se va consolidando un gobierno Mundial, sin naciones, sin moral, bajo el poder despótico de soberbios financieros.