domingo, 10 de febrero de 2013

FEDERICO RIVANERA CARLÉS (Arg)

: "Y es usual que muchos jóvenes de distintas nacionalidades -y hasta de razas no arias- ostenten orgullosos los símbolos hitlerianos. Las fotografías del Führer derrotado se ven hasta en el último rincón de la tierra. Su figura se yergue, luminosa, personificando la victoria de un Ideal heroico y superior, de la Fe sobre el materialismo, del Honor sobre la deslealtad, de la Justicia sobre la explotación, de la Sangre sobre el oro. Y que el amor al Führer no se impuso por decreto, sino que fue la respuesta espontánea de un pueblo agradecido a su libertador y padre." 

 




"LA ALEMANIA DE HITLER A TRAVÉS DE LA PRENSA MUNDIAL" (PRÓLOGO)

"Hitler y el Nacional-Socialismo fueron vencidos en 1945. Pero apenas finalizó la contienda bélica más pavorosa y sangrienta que recuerda la humanidad, en todos los países democráticos surgieron movimientos Nacional-Socialistas y lo más singular es que el fenómeno se registró sobre todo en las naciones vencedoras, donde algunos de ellos fueron fundados por héroes de la guerra, como Lincoln Rockwell en Estados Unidos. En cambio ni allí, ni en parte alguna, los partidos despiertan el menor entusiasmo popular y cuando no exite obligatoriedad de voto, se observa un elevado ausentismo, clara evidencia de la falta de identificación del pueblo con el sistema. Las tumbas de Roosevelt, Churchill y De Gaulle permanencen olvidadas, salvo en los actos oficiales. Huelga comentar lo que acaece en los Estados comunistas. No sucede lo mismo, por cierto, en la Alemania colonial de hoy: inmediatamente después del asesinato que coronó el largo martirio de Rudolf Hess, el gobierno títere de Bonn hizo demoler la antigua fortaleza de Spandau, por temor a que se conviertiera en un santuario nacional.

No obstante las persecuciones y dificultades de todo tipo que afrontan sus editores, la literatura Nacional-Socialista se vende cada vez más en todo el orbe, en especial entre la juventud. Los discos y casettes con los discursos de Hitler y las marchas Nacional-Socialistas circulan por doquier. Y es usual que muchos jóvenes de distintas nacionalidades -y hasta de razas no arias- ostenten orgullosos los símbolos hitlerianos. Las fotografías del Führer derrotado se ven hasta en el último rincón de la tierra. Y casi no queda pared donde no brille la esvástica de la esperanza.

Todo esto ocurre a pesar de una campaña internacional de mentiras y desinformación nunca vista antes. Películas, libros, revistas, diarios, programas radiales y televisivos, espectáculos teatrales, conferencias y cualquier medio de expresión han sido empleados para hacer creer que el régimen Nacional-Socialista fue el más tiránico y criminal que jamás haya existido. Y que Adolf Hitler es el monstruo más grande de la historia humana. Si bien la mayor parte de la población mundial de nuestro tiempo ha sido engañada, en proporción a los recursos utilizados, tal falaz propaganda de atrocidades no ha dado los resultados previsibles, puesto que de las cientos de miles de personas que adhieren con fervor a la Idea de Hitler, no pocas se hicieron Nacional-Socialistas debido a esa propaganda. No sólo por descubrir su falsedad absoluta y su metodología infame, sino por el simple hecho de ver un desfile de los increíblemente disciplinados batallones de las SS o S.A. O al contemplar al Führer pronunciando una de sus magnéticas alocuciones, aunque muchas veces ignorábase el significado por no aparecer, deliberadamente, la traducción.

Día a día aumenta el número de fanáticos seguidores de Adolf Hitler, pero el hecho que provoca todavía mayor impresión es que ellos sienten hacia el Führer vencido un extraordinario amor. Ayer como hoy existe en las filas pardas un sentimiento de veneración hacia aquél, que no ha logrado generar ningún otro hombre en la historia universal.

Se advierte, entonces, que Hitler es el auténtico vencedor de la última guerra. Que su derrota ha sido únicamente el triunfo, momentáneo, de las fuerzas criminales de la subhumanidad. Su figura se yergue, luminosa, personificando la victoria de un Ideal heroico y superior, de la Fe sobre el materialismo, del Honor sobre la deslealtad, de la Justicia sobre la explotación, de la Sangre sobre el oro.

La obra de esclarecimiento es un mérito imperecedero de los editores, doctrinarios e historiógrafos, así como de las organizaciones nacionalsocialistas, que ha costado a muchos la cárcel y a otros la muerte a manos de los gansters a sueldo del judaísmo y de sus agentes democráticos y marxistas.
Sin embargo, se han publicado innumerables escritos doctrinarios y trabajos de revisión histórica que demolieron el edificio de mentiras construido por el enemigo, particularmente el supuesto holocausto de 6.000.000 de judíos.

Ahora el mundo comienza a darse cuenta que el holocausto lo ha sufrido el pueblo alemán, cuya derrota ha sido la derrota de la humanidad no-judía. Que millones de trabajadores del intelecto y del brazo perecieron en la guerra revistando en las fuerzas aliadas, en beneficio de los parásitos judíos, cómodamente instalados en sus mullidos sillones de los directorios bancarios y de las centrales de los partidos comunistas y democráticos.

Entre los luchadores por la verdad se halla desde hace varios años Walter Romero, director y editor de la revista Historia NR El texto que ahora presenta al lector, La Alemania de Hitler a través de la prensa mundial, es un valioso aporte para el conocimiento de la mayor epopeya revolucionaria de todas las épocas. Su originalidad estriba en que reune las noticias y comentarios que sobre ella publicaron, mientras los acontecimientos se sucedían, "La Prensa" y "La Nación", los diarios más importantes de Argentina de aquella época. No obstante de tratarse de órganos demoliberales y filosemitas, transmitían informaciones de público dominio, que no podían ser negadas, de ahí que este libro constituye una inapreciable cronología de la gran Revolución Nacional-Socialista que transformó por completo y a ritmo vertiginoso, la vieja y esclavizada Alemania de Weimar. Y contribuye a explicar las causas de la guerra impuesta por el judaísmo internacional.

Hasta el Nacional-Socialista mejor ilustrado ha de sorprenderse gratamente con los datos que hallará en este primer tomo de la obra de gran aliento que ha emprendido Romero y que ha de abarcar hasta el último minuto de la existencia de la Alemania hitleriana. Quien desconozca a ésta quedará asombrado con su lectura, descubriendo que el sistema Nacional-Socialista no era una prisión sino una comunidad fraterna, basada en la justicia y el honor social, donde imperaba la genuina libertad y el patriotismo había dejado de ser patrimonio de un minúsculo sector para convertirse en un formidable sentimiento colectivo, sustentado en la idea genuinamente socialista de la Patria como madre y protectora del pueblo. Que se trataba de una sociedad donde la única nobleza la constituía la nobleza del trabajo, a diferencia de la democracia burguesa o del capitalismo estatal soviético, en los cuales una minoría de zánganos vive a costa del esfuerzo ajeno.

Comprenderá que la fuerza del Tercer Reich residía en su revolucionario concepto de la justicia social y no en la extraordinaria calidad de sus ejércitos. Y que el amor al Führer no se impuso por decreto, sino que fue la respuesta espontánea de un pueblo agradecido a su libertador y padre. Frente a este mundo decadente y antinatural, hundido en el fango del hedonismo y pervertido por aberraciones de diverso signo, en el cual millones mueren de hambre en medio de la irritante opulencia y despilfarro de unos pocos, donde en nombre del pacifismo y de la libertad se siguen masacrando a pueblos enteros para preservar la hegemonía parasitaria y tiránica de Judá y sus lacayos, este libro muestra, una vez más, que únicamente podremos salvarnos recorriendo el sendero de Hitler. Porque Adolf Hitler no es el pasado: es el Porvenir. Su emblema, la sagrada cruz aria -que simboliza la vida renaciente-, nos conducirá hacia él."



Federico Rivanera Carlés; del libro "La Alemania de Hitler a través de la Prensa Mundial" de Walter Romero.

1 comentario:

  1. Es por intelectuales pro-hombres como Federico Rivanera Carles que el ideario blanco, nacionalista, occidental e idealista en política real y activa se mantiene, aún en países bárbaros y de piel oscura, no digamos de mentes aún más oscuras, como es El Salvador, que es el mío, ó los actuales Estados Unidos de Norteamérica, que aún bajo un Donald Trump, especie de Panzer con mucha testosterona y propósitos correctos pero nada de luces sobre cómo llevarlos a cabo, se mantiene. Lo esencial de Rivanera Carles y de otros intelectuales suramericanos como Don Miguel Serrano, Nimrod De Rosario y los peruanos que en esta página ustedes nos muestran y recuerdan, ES QUE PROMOVÍAN LA INTRANSIGENCIA Y LA INTOLERANCIA FRENTE AL MAL, Y QUE SUPIERON VER EN EL JUDÍO INTERNACIONAL LA FUERZA SINIESTRA ENEMIGA DE LA HUMANIDAD REAL (QUE DE NINGUNA MANERA SON ELLOS, SIMIOS CAINITAS CORPORATIVOS DE LA USURA, ES LO QUE SON) PROCEDENTE DEL INFRAMUNDO QUE EL $IONI$MO E$. Pero algo les faltó a estas eminencias suramericanas paladinas de la raza blanca y de la raza mestiza mejorada que en América podemos crear, limpiándola de todos los elementos anti-Patria, biológicos, culturales, económicos y políticos con que la han contaminado: Les ha faltado a estos guerreros de la arianidad la palabra mágica; a saber, DIOS. Si antaño ese Dios fué Thor u Odín, ahora es CRISTO, nos guste ó no a los NS. No se combate a Satanás con el "consenso democrático" ni el "diálogo intelectual". Así como el Demonio (exista ó no, basta que haya quienes sostienen sus poderosas conspiraciones con la creencia centrada en dicha fuerza maligna, porque éso los empodera) es AUDAZ, DECIDIDO, ASTUTO Y PODEROSO, para combatirle hacen falta las ideas contrarias Y UN PALADÍN QUE LAS SOSTENGA EN LAS MENTES DE LAS MASAS, LA IDEA-FUERZA OPUESTA, Y SUPERIOR. Y ése, ahora, estemos de acuerdo ó no con la íntegra totalidad de Su enseñanza ó con cómo históricamente ha venido a dar hasta nosotros, es Cristo Jesús. Hay una tríada de la luz que el enemigo $átano-$ionista no podrá vencer jamás y, si la enarbolamos por vanguardia, nos concederá los lauros de la inmortal victoria, para bien de la Humanidad: Cristo, el Führer (y su ideario, claro está) y el activismo político ruidoso, atrevido, descarado, de vanguardia, si falta hiciere (y sobre todo en defensa propia) violento PARA APODERARNOS DEL CONTROL ADMINISTRATIVO Y DE CONTENIDOS DE LOS SISTEMAS EDUCATIVOS UNIVERSITARIOS, TECNOLÓGICOS Y DE LOS PARTIDOS DE CENTRO. No digo los partidos de derecha porque en América Latina SON UN ASCO DE CORRUPCIÓN Y DESPRESTIGIAN CUALQUIER CAUSA. A las derechas liberales hay que criticarlas, atacarlas, dividirlas, atomizarlas Y SACARLAS DE LA LUCHA POLÍTICA. Que solamente quedemos en el ring los ZURDOS y nosotros, los NS, el Bien ó el Mal, una vez más, como en el Apocalipsis. Entonces veremos si puede más Cristo con nosotros ó el Demonio con la turba infernal. ¡Hitler por Mil Años! Escribió Max brannon, desde San Salvador, República de El Salvador. Pueden saber más de mí y de mi activismo NS a través de la sección de Youtube titulada "La Hora del Complot".¡Sieg Heil!

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