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martes, 17 de enero de 2017

Libros y documentos en PDF : La Falange por la Gloria de España

Francisco Franco Biografía Histórica-Tomo I -   Ricardo de la Cierva
Francisco Franco Biografía Histórica-Tomo II -  Ricardo de la Cierva
Francisco Franco Biografía Histórica-Tomo III - Ricardo de la Cierva
Francisco Franco Biografía Histórica-Tomo IV -  Ricardo de la Cierva
Francisco Franco Biografía Histórica-Tomo V -   Ricardo de la Cierva
Francisco Franco Biografía Histórica-Tomo VI - Ricardo de la Cierva
Franco visto por sus ministros - Ángel Bayod
Franco Caudillo de España - Paul Preston
Franco ese Hombre - José María Sánchez Silva
Los últimos 476 días de Franco - Vicente Pozuelo Escudero
Franco Radiografía del personaje - José María Fontana
Franco - Joaquín Arrarás
Franco y la Iglesia - Luis Suárez
Elegía por la generación perdida - Antonio Izquierdo y Juan Blanco
Los 26 Puntos de la Revolución Nacional - Editora Nacional Año 1939
Devocionario del Requeté - Comunión Tradicionalista    
El General Mola -   Temas españoles
El General Yague - Temas españoles
La defensa del Alcázar de Toledo - José María Barranco Gil
El Alcázar-Diario 63 números
El Alcázar de Toledo 1.939 - Varios
El milagro de Toledo - Armando Boaventura
España 1934-1936. Para que no se repita aquella historia - Eduardo Palomar
Los orígenes de la guerra civil española - Pío Moa
España 1.939 - Gabriel Cardona
La otra cara de la II República - Fernando González Meléndez
La batalla del Ebro - Jorge M. Reverte
La batalla de Teruel - Temas españoles
La marcha sobre Barcelona - Torre Enciso y Muro Zegrí
La Sierra en llamas - Ángel Ruiz Ayúcar
Checas de Madrid y Barcelona - Alberto Flaquer
Como funcionaban las Checas de Barcelona - Publicación del C.I.A.S.
Por qué hice las Checas de Barcelona - R. L. Chacón
Madrid de Corte a Checa - Agustín de Foxá
Causa General-La dominación roja en España - Ministerio de Justicia
El Holocausto español - Paul Preston
Los Mártires de la Cruzada Nacional - Ángel García Fuente
Mártires españoles del Siglo XX - Vicente Cárcel Ortí
Caídos, víctimas y mártires - Vicente Cárcel Ortí
La persecución religiosa en España 1931-1939 - Vicente Cárcel Ortí
Historia persecución religiosa en España 1936-1939 - Antonio Montero M.
Asesinos de España - Mauricio Karl
Alas Rojas sobre España - Miguel Sanchís             
28 Mártires de Solsona (En catalán) - Varios
La verdadera historia del Valle de los Caídos - Daniel Sueiro
El Crucero Baleares 1936-1938 - F. Fullana, E. Connolly, D. Cota
Homenaje a los tripulantes del Plus Ultra-J.Ruiz de Alda - La Esfera
Diario de una Bandera-Comandante Franco - Francisco Franco
Millán Astray Legionario - Luis E. Togores
La Legión - José Millán Astray
Historia de la Legión Española - Carlos de Arce
Laureada de Sangre - Adro Xavier
La Legión desnuda - Antonio Maciá Serrano
Memorias de un Alférez Provisional - Francisco Cavero
Legionario en España - Peter Kemp
Historia secreta de Annual - Juan Pando
Muñoz Grandes - Luis E. Togores
La Odisea de la División Azul - Ana María Rodenas
La División de voluntarios españoles - Varios
Alegres Soldados División Azul - Alfredo González Díez
La campaña de Rusia - Leon Degrelle
Morir en Rusia-La División Azul en la batalla de Krasny Bor - Varios
Masonería - Ricardo de la Cierva                    
Masonería - Jakim Boor
Masonería en el mundo - Aníbal A. Rottjer
La Masonería al desnudo - F. Ferrari Billoch
Ley de represión de la Masonería - Juan José Morales Ruiz
Masonería-Documentos - Varios
Complot contra la Iglesia - Maurice Pinay
Los Borbones en pelotas - Gustavo y Valeriano Adolfo Bécquer
La soledad de la Reina - Pilar Eyre
23-F El Rey y su secreto - Jesús Palacios
Expediente Picasso - Varios
Escrito para la Historia - Blas Piñar
Combate por España I   - Blas Piñar
La Piel de Toro - Felipe Ximénez de Sandoval

viernes, 20 de septiembre de 2013

COLECCIÓN DE 31 LIBROS SOBRE LA HISTORIA DE LA FALANGE



Falange Española

Puntos iniciales


F.E., 7 diciembre 1933
1. España

Falange Española cree resueltamente en España.
España no es un territorio.
Ni un agregado de hombres y mujeres;
España es, ante todo, una unidad de destino;
Una realidad histórica;
Una entidad, verdadera en sí misma, que supo cumplir -y aún tendrá que cumplir- misiones universales.
* * *
Por lo tanto España existe:
  1° Como algo distinto a cada uno de los individuos, y de las clases y de los grupos que la integran.
  2° Como algo superior a cada uno de esos individuos, clases y grupos, y aún al conjunto de todos ellos.
* * *
Luego España, que existe como realidad distinta y superior, ha de tener sus fines propios.
Son esos fines:
  1° La permanencia en su unidad.
  2° El resurgimiento de su vitalidad interna.
  3° La participación, con voz preeminente, en las empresas espirituales del mundo.

2. Disgregaciones de España


Para cumplir esos fines España tropieza con un gran obstáculo: está dividida;
  1° Por los separatismos locales.
  2° Por las pugnas entre los partidos políticos.
  3° Por la lucha de clases.
* * *
El separatismo ignora u olvida la realidad de España. Desconoce que España es, sobre todo, una gran unidad de destino.
Los separatistas se fijan en si hablan lengua propia, en si tienen características raciales propias, en si su comarca presenta clima propio o especial fisonomía topográfica.
Pero -habrá que repetirlo siempre- una nación no es una lengua, ni una raza, ni un territorio. Es una unidad de destino en lo universal.
Esa unidad de destino se llamó y se llama España.
Bajo el signo de España cumplieron su destino -unidos en lo universal- los pueblos que la integran.
Nada puede justificar que esa magnífica unidad, creadora de un mundo, se rompa.
* * *
Los partidos políticos ignoran la unidad de España porque la miran desde el punto de vista de un interés parcial.
Unos están a la derecha.
Otros están a la izquierda.
Situarse así ante España es ya desfigurar su verdad.
Es como mirarla con sólo el ojo izquierdo o con sólo el ojo derecho: de reojo.
Las cosas bellas y claras no se miran así, sino con los dos ojos sinceramente, de frente.
No desde un punto de vista parcial, de partido, que ya, por serlo, deforma lo que se mira.
Sino desde un punto de vista total, de Patria, que al abarcarla en su conjunto corrige nuestros defectos de visión.
* * *
La lucha de clases ignora la unidad de la Patria porque rompe la idea de la producción nacional como conjunto.
Los patronos se proponen, en estado de lucha, ganar más.
Los obreros también.
Y, alternativamente, se tiranizan.
En las épocas de crisis de trabajo, los patronos abusan de los obreros.
En las épocas de sobra de trabajo, o cuando las organizaciones obreras son muy fuertes, los obreros abusan de los patronos.
Ni los obreros ni los patronos se dan cuenta de esta verdad: unos y otros son cooperadores en la obra conjunta de la producción nacional.
No pensando en la producción nacional, sino en el interés o en la ambición de cada clase, acaban por destruirse y arruinarse patronos y obreros.

3. Camino de remedio


Si las luchas y la decadencia nos vienen de que se ha perdido la idea permanente de España, el remedio estará en restaurar esa idea.
Hay que volver a concebir a España como realidad existente por sí misma;
Superior a las diferencias entre los pueblos;
Y a las pugnas entre los partidos;
Y a la lucha de clases.
Quien no pierda de vista esa afirmación de la realidad superior de España, verá claros todos los problemas políticos.

4. El Estado


Algunos conciben al Estado como un simple mantenedor del orden; como un espectador de la vida nacional, que sólo toma parte en ella cuando el orden se perturba, pero que no cree resueltamente en ninguna idea determinada.
Otros aspiran a adueñarse del Estado para usarlo, incluso tiránicamente, como instrumento de los intereses de su grupo o de su clase.
Falange Española no quiere ninguna de las dos cosas: ni el Estado indiferente, mero policía, ni el Estado de clase o de grupo.
Quiere un Estado creyente en la realidad y en la misión superior de España;
Un Estado que, al servicio de esa idea, asigne a cada hombre, a cada clase y a cada grupo, sus tareas, sus derechos y sus sacrificios;
Un Estado de todos: es decir, que no se mueva sino por la consideración de esa idea permanente de España; nunca por sumisión al interés de una clase ni de un partido.

5. Supresión de los partidos políticos


Para que el Estado no pueda nunca ser de un partido, hay que acabar con los partidos políticos.
Los partidos políticos se producen como resultado de una organización política falsa: el régimen parlamentario.
En el Parlamento unos cuantos señores dicen representar a quienes los eligen. Pero la mayor parte de los electores no tienen nada de común con los elegidos: ni son de las mismas familias, ni de los mismos municipios, ni del mismo gremio.
Unos pedacitos de papel depositados cada dos o tres años en unas urnas, son la única relación entre el pueblo y los que dicen representarle.
* * *
Para que funcione esa máquina electoral, cada dos o tres años hay que agitar la vida de los pueblos de un modo febril.
Los candidatos vociferan, se injurian, prometen cosas imposibles.
Los bandos se exaltan, se increpan, se asesinan.
Los más feroces odios son azuzados en esos días. Nacen rencores que durarán acaso para siempre y harán imposible la vida en los pueblos.
Pero a los candidatos triunfantes ¿qué les importan los pueblos?
Ellos se van a la capital a brillar, a salir en los periódicos y a gastar su tiempo en discutir cosas complicadas, que los pueblos no entienden. 
* * *
¿Para qué necesitan los pueblos de esos intermediarios políticos?
¿Por qué cada hombre, para intervenir en la vida de su nación, ha de afiliarse a un partido político, o votar las candidaturas de un partido político?
Todos nacemos en una familia.
Todos vivimos en un municipio.
Todos trabajamos en un oficio o profesión.
Pero nadie nace ni vive, naturalmente, en un partido político.
El partido político es una cosa artificial, que nos une a gentes de otros municipios y otros oficios, con los que no tenemos nada común, y nos separa de nuestros convecinos y de nuestros compañeros de trabajo, que es con quienes de veras convivimos.
* * *
Un Estado verdadero, como el que quiere Falange Española, no estará asentado sobre la falsedad de los partidos políticos, ni sobre el Parlamento que ellos engendran.
Estará asentado sobre las auténticas realidades vitales:
  La familia;
  El municipio;
  El gremio o sindicato.
Así el nuevo Estado habrá de reconocer la integridad de la familia como unidad social; la autonomía del municipio como unidad territorial, y el sindicato, el gremio, la corporación, como bases auténticas de la organización total del Estado.


6. Superación de la lucha de clases


El nuevo Estado no se inhibirá cruelmente de la lucha por la vida que sostienen los hombres.
No dejará que cada clase se las arregle como pueda para librarse del yugo de la otra o para tiranizarla.
El nuevo Estado, por ser de todos, totalitario, considerará como fines propios los fines de cada uno de los grupos que lo integren, y velará, como por sí mismo, por los intereses de todos.
La riqueza tiene como primer destino mejorar las condiciones de vida de los más, no sacrificar a los más para lujo y regalo de los menos.
El trabajo es el mejor título de dignidad civil. Nada puede merecer más atención al Estado que la dignidad y el bienestar de los trabajadores.
Así considerará como primera obligación suya, cueste lo que cueste, proporcionar a todo hombre trabajo que le asegure no sólo el sustento, sino una vida digna y humana.
Eso no lo dará como limosna, sino como cumplimiento de un deber.
* * *
Por consecuencia, ni las ganancias del capital -hoy, a menudo, injustas- ni las tareas del trabajo, estarán determinadas por el interés o por el poder de la clase que en cada momento prevalezca, sino por el interés conjunto de la producción nacional y por el poder del Estado.
Las clases no tendrán que organizarse en pie de guerra para su propia defensa, porque podrán estar seguras de que el Estado velará sin titubeo por todos sus intereses justos.
Pero sí tendrán que organizarse en pie de paz los sindicatos y gremios, porque los sindicatos y los gremios, hoy alejados de la vida pública por la interposición artificial del Parlamento y de los partidos políticos, pasarán a ser órganos directos del Estado.
* * *
En resumen.
La actual situación de lucha considera a las clases como divididas en dos bandos, con diferentes y opuestos intereses.
El nuevo punto de vista considera a cuantos contribuyen a la producción como interesados en una misma gran empresa común.

7. El individuo


Falange Española considera al hombre como conjunto de un cuerpo y un alma; es decir, como capaz de un destino eterno; como portador de valores eternos.
Así pues, el máximo respeto se tributa a la dignidad humana, a la integridad del hombre y a su libertad.
Pero esta libertad profunda no autoriza a tirotear los fundamentos de la convivencia pública.
No puede permitirse que todo un pueblo sirva de campo de experimentación a la osadía o a la extravagancia de cualquier sujeto.
Para todos la libertad verdadera, que sólo se logra por quien forma parte de una nación fuerte y libre.
Para nadie la libertad de perturbar, de envenenar, de azuzar las pasiones, de socavar los cimientos de toda duradera organización política.
Estos fundamentos son: la autoridad, la jerarquía y el orden.
* * *
Si la integridad física del individuo es siempre sagrada, no es suficiente para darle una participación en la vida pública nacional.
La condición política del individuo sólo se justifica en cuanto cumple una función dentro de la vida nacional.
Sólo estarán exentos de tal deber los impedidos.
Pero los parásitos, los zánganos, los que aspiran a vivir como convidados a costa del esfuerzo de los demás, no merecerán la menor consideración del Estado nuevo.

8. Lo espiritual


Falange Española no puede considerar la vida como un mero juego de factores económicos. No acepta la interpretación materialista de la Historia.
Lo espiritual ha sido y es el resorte decisivo en la vida de los hombres y de los pueblos.
* * *
Aspecto preeminente de lo espiritual es lo religioso.
Ningún hombre puede dejar de formularse las eternas preguntas sobre la vida y la muerte, sobre la creación y el más allá.
A esas preguntas no se puede contestar con evasivas: hay que contestar con la afirmación o con la negación.
España contestó siempre con la afirmación católica.
La interpretación católica de la vida es, en primer lugar, la verdadera, pero es además, históricamente, la española.
Por su sentido de catolicidad, de universalidad, ganó España al mar y a la barbarie continentes desconocidos. Los ganó para incorporar a quienes los habitaban a una empresa universal de salvación.
* * *
Así, pues, toda reconstrucción de España ha de tener un sentido católico.
Esto no quiere decir que vayan a renacer las persecuciones contra quienes no lo sean. Los tiempos de las persecuciones religiosas han pasado;
Tampoco quiere decir que el Estado vaya a asumir directamente funciones religiosas que correspondan a la Iglesia;
Ni menos que vaya a tolerar intromisiones o maquinaciones de la Iglesia con daño posible para la dignidad del Estado o para la integridad nacional;
Quiere decir que el Estado nuevo se inspira en el espíritu católico tradicional en España y concordará con la Iglesia las consideraciones y el amparo que le son debidos.

9. Conducta


Esto es lo que quiere Falange Española.
Para conseguirlo llama a una cruzada a cuantos españoles quieran el resurgimiento de una España grande, libre, justa y genuina.
Los que lleguen a esta cruzada habrán de aprestar el espíritu para el servicio y para el sacrificio.
Habrán de considerar la vida como milicia, disciplina y peligro, abnegación y renuncia a toda vanidad, a la envidia, a la pereza y a la maledicencia;
Y al mismo tiempo servirán ese espíritu de una manera alegre y deportiva.
* * *
La violencia puede ser lícita cuando se emplea por un ideal que la justifique;
La razón, la justicia y la Patria serán defendidas por la violencia cuando por la violencia -o por la insidia- se las ataque.
Pero Falange Española nunca empleará la violencia como instrumento de opresión.
Mienten quienes anuncian, por ejemplo, a los obreros, una tiranía fascista;
Todo lo que es haz, o falange, es unión, cooperación animosa y fraterna, amor.
Falange Española, encendida por un amor, segura en una fe, sabrá conquistar a España para España, con aire de milicia.

Falange Española




No es una organización para agredir.
No es un movimiento de reacción disfrazado.
No es un instrumento de nadie.

Falange Española
quiere resueltamente una España
Unida - Optimista - Trabajadora - Justa para los obreros
¡Cueste lo que cueste!
Inscribíos en F.E. - Apartado 546 - Madrid

F. E.
difundirá por España la idea y el espíritu de la
«Falange Española»
Procuradle lectores, suscriptores, anunciantes
Compradla todos los jueves
Dirigid la correspondencia así:
F.E. - Apartado número 546 - Madrid

{Transcripción íntegra del artículo publicado en F.E., Madrid, 7 de diciembre de 1933, número 1, páginas 6-7.}

COLECCIÓN DE 31 LIBROS EN PDF SOBRE LA HISTORIA DE FALANGE
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